Tres siluetas de personas conectadas por hilos

El triángulo dramático

Una amiga te cuenta que su ex le ha dicho algo inconveniente y se encuentra muy afectada porque  la discusión la ha dejado agotada, así que tú le ofreces llevarte a los niños a un teatro infantil al que ibas a ir para que ella pueda descansar. Tras pasar la tarde con sus hijos y los tuyos, acabas tú algo cansada y llamas a tu amiga para que recoja a los niños. Te dice que está en el bar con amigos, que ahora no puede coger el coche porque ha tomado dos cervezas que si se los llevas allí, cuando llegas está tan contenta y apenas te saluda ni agradece el favor. Tú te sientes estafada, y te enfadas pero no dices nada y te vas a casa.

Un familiar tuyo se está quejando porque dice que se encuentra hoy muy cansado, y no tiene energías para hacerse la cena, que aunque tiene una crema de calabaza congelada, no la quiere gastar porque es para el domingo. Tú casualmente has cocinado crema de calabacín así que  te acercas a su casa y le das un tapper de tu crema,  aunque te quedas con la cena justita para ti y tu familia. Dos días después vuelves a ver a tu familiar y tiene el tupper con la crema exactamente en el mismo sitio que lo dejaste. Le dices: pero no te lo comiste? Y te responde: es que no me gusta la crema de calabacín.

Tu pareja no ha venido hoy a cenar a pesar de que habías preparado una velada especial. Cuando llega estás enfadada, te sientes idiota por haberte esforzado y que no sea valorado, le dices que no tiene nada de cuidado en la pareja. Entonces tu pareja se defiende, dice que no te había pedido que prepares nada especial, que ayer te dijo que tenía un evento de trabajo así que sabías que no iba a llegar temprano hoy.

¿Qué crees que ha ocurrido? ¿Te ha pasado alguna vez algo así? ? ¿Cómo te sentirías?

Lo que ha pasado es que os habéis metido en dinámicas de triángulo dramático.

En qué consiste el triángulo dramático:

El triángulo dramático es un constructo que se refiere a cierto tipo de relaciones interpersonales y fue postulado por Stephen Karpman, un psicoterapeuta de California a finales de los años 60.

Supone que adoptamos personajes o roles inauténticos, que no responden al aquí y ahora. Éstos roles los asumimos como estrategia de supervivencia en tiempos pasados (en nuestra infancia más habitualmente), en aquel momento nos sirvieron para sobrevivir y conseguir afecto, pero en la actualidad no funcionan y suponen un lastre en nuestro bienestar emocional. Pongo un ejemplo muy básico y simplificado para ilustrar esto: si de pequeña en mi casa los adultos estaban muy ocupados y no se me daba cariño y atención a no ser que yo estuviera enferma, puedo haber decidido (inconscientemente) que para recibir amor hay que estar mala. De mayor, a las personas les cuento todo lo malo que me pasa, porque pienso que así el resto de personas me va a querer. Estaré colocándome en la posición de Víctima.

Cómo fue para mí descubrir el concepto.

Cuando estudiaba el máster de Psicoterapia Humanista Integrativa y empecé a conocer éste concepto en profundidad, me cambió un poco la vida. Empecé a observarlo y durante unos meses era algo casi obsesivo el detectar las dinámicas de triángulo en mí y en otras personas. Lo detectaba a veces y lograba no entrar en la dinámica, lo cual me hacía sentir tremendamente satisfecha de mí misma por haber logrado entender mi funcionamiento y conscientemente modificarlo, además de que me había ahorrado ese malestar que se suele suceder al hecho de entrar al triángulo.

El caso es que es algo que está muy presente en la vida cotidiana, en algunas personas  de una manera muy potente, ya que se relacionan básicamente desde ahí, pero  casi (y me atrevería a decir que sin el casi) todo el mundo entra de vez en cuando en estas dinámicas.

Los roles del triángulo

  • Víctima: la persona se coloca en una posición de inferioridad, de no ser capaz por sí sola de hacer las cosas o salir de las situaciones. Desde ahí necesita que lo humillen e invita a sentir culpa.
  • Salvador: se coloca en posición de superioridad frente a los otros. Desde ahí ofrece ayuda o directamente la da, reforzando la posición de inferioridad del otro. Necesita que le necesiten, e invita a sentirse inútil y agradecido a él.
  • Perseguidor: también se coloca en posición de superioridad, necesita que le teman, agrede a los demás.

Normalmente, cuando entramos en las dinámicas de triángulo dramático, hay cambios de roles, como hemos visto en los ejemplos del principio, estos suele dar lugar a los juegos psicológicos que es un concepto muy cercano al triángulo dramático.

Voy a analizar una de las situaciones descritas al principio del artículo en términos de roles del triángulo, y te invito a que hagas el ejercicio de analizarlo tú en los otros dos ejemplos:

Una amiga te cuenta que su ex le ha dicho algo inconveniente y se encuentra muy afectada porque  la discusión la ha dejado agotada, (VÍCTIMA )

así que tú le ofreces llevarte a los niños a un teatro infantil al que ibas a ir para que ella pueda descansar, (SALVADORA)

tras pasar la tarde con sus hijos y los tuyos, acabas tú algo cansada y llamas a tu amiga para que recoja a los niños.

Te dice que está en el bar con amigos, que ahora no puede coger el coche porque ha tomado dos cervezas que si se los llevas allí, cuando llegas está tan contenta y apenas te saluda ni agradece el favor.  (PERSEGUIDORA)

Tú te sientes estafada, y te enfadas pero no dices nada y te vas a casa. (VÍCTIMA)

Cómo se puede trabajar desde la Psicoterapia Humanista Integrativa.

Desde la PHI se trabaja mucho con éste concepto y el de juegos psicológicos. El abordaje psicoterapéutico empieza por reconocer los roles en la vida cotidiana y detectar cuándo se entra en el triángulo dramático. Ese simple paso ya permite muchas veces desactivarlo, y decidir desde la conciencia no involucrarse en ese tipo de relación.

Cuando entramos en el triángulo dramático, es porque necesitamos cubrir alguna necesidad, y como ya he explicado más arriba, en algún momento de nuestro  pasado desarrollamos una estrategia para cubrir esa necesidad que hoy en día ya no nos sirve:

En la psicoterapia  tratamos de ir identificando las necesidades subyacentes que nos hacen adoptar los roles del triángulo y poco a poco ir desarrollando otras estrategias más sanas para satisfacerlas.

Para finalizar, y a modo de reflexión personal, te lanzo  algunas preguntas:

¿Recuerdas alguna situación de tu vida que claramente detectas como triángulo dramático?

¿Crees que tienes algún rol favorito?

¿Qué beneficios te aporta entrar en cada una de las posiciones del triángulo? En el ejemplo anterior, el beneficio de ser víctima sería obtener afecto y cuidado de las personas.

¿Quieres seguir obteniendo esos beneficios a través de los roles del triángulo?

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