En psicoterapia a menudo se trabaja sobre la identidad de la persona lo que permite reencontrarse con quién es una realmente. En este artículo se propone una manera de trabajar este aspecto desde la creatividad y la expresión artística.
Las personas a lo largo de su vida necesitan adaptarse a circunstancias de la realidad, y adoptan roles, máscaras, estrategias, que en su momento son útiles pero que pueden pasar a formar parte de su funcionamiento habitual, llegando a generar malestar mucho tiempo después.
En el Análisis Transaccional se parte de la idea de que las personas nacen equilibradas y sanas, y luego van tomando decisiones autolimitadoras en respuesta a la realidad, que las alejan de su esencia. En gestalt se habla de máscaras y en psicoanálisis de falso self.
Por ésta razón en un proceso de terapia a menudo llega un momento en que la persona quiere despojarse de los aspectos que ya no le hacen bien y para ello hace falta descubrir de nuevo que hay de genuino en cada persona.
Cuando se está inmersa en ésta búsqueda, la técnica de collage puede ayudar a encontrar respuestas y a expresar lo que se va descubriendo de una manera creativa.
Técnica: collage terapéutico.
Objetivos: trabajar aspectos de la identidad personal. Por ejemplo:
-Se puede utilizar para ir identificando elementos de la identidad personal y organizarlos en un mapa que tenga sentido para ella: qué me conforma como persona, qué es más importante para mí, cómo se relacionan entre sí los elementos:
mis partes físicas,
mis cualidades personales,
mis creencias,
mis gustos e intereses,
mi historia personal,
mi sistema de valores…
– Se pueden trabajar las polaridades: partes de la persona que chocan entre sí, y son opuestas, se pueden representar de manera que ambas convivan en la imagen, o que los elementos de ambas se mezclan (por ejemplo si una persona se identifica con un león y una mariposa: un león con alas de mariposa).
Materiales:
– Cartulina de base.
– Elementos para componer la imagen: fotografías propias de la persona o de revistas, trozos de fotografías de objetos, de personas, de paisajes, letras y palabras impresas… papeles de diferentes colores, con texturas, estampados, trozos de dibujos.
– Materiales para elaborar la imagen: pegamento, tijeras, celo, grapadora etc.
Desarrollo:
La técnica consiste en crear una imagen que represente aquello que se vaya a trabajar. No importa que sea realista, que esté “bien” hecha ni que tenga calidad artística, sino más bien que represente de manera simbólica lo que significa para la persona que trabaja. Puede que la imagen sea incomprensible para otras personas y eso no es relevante. Es fundamental el proceso, cómo y porqué la persona elige una foto, un color…
Se presenta la técnica y se ofrece el material: se puede trabajar en sesión o en casa. Se puede ir haciendo poco a poco o de una vez. Utilizando el tiempo que sea necesario. La persona que realiza el collage puede ir explicándolo a la persona que la acompaña o no.
Al terminar su imagen, se puede hacer una reflexión sobre cómo se ha sentido haciéndola, si ha aprendido algo, si algo le ha sorprendido… en definitiva indagar sobre el proceso. También puede ser valioso reflexionar sobre el resultado: cómo me siento al mirarlo, qué me evoca, quiero cambiar algo o me gusta así… y decidir qué hacer con la imagen resultante, ya que se puede guardar, enmarcar, transformar etc.
Variantes:
Se puede hacer también un ensamblage: que es una técnica artística que consiste en unir objetos diferentes para crear algo nuevo con ellos: se pueden recopilar elementos de la naturaleza, objetos que tengamos por casa, de la cocina, de la caja de herramientas… y luego unirlos o ponerlos juntos: bien fijándolos con pegamento, clavos, chinchetas o simplemente componiendo una imagen que se puede fotografiar. También se pueden guardar en una caja.
En una ocasión al proponerle la técnica de collage a una paciente, ella misma decidió cambiar el tipo de trabajo e hizo un vídeo, ensamblando diferentes tramos de películas o vídeos que la representaban, resultando ser un trabajo precioso, y totalmente adaptado al lenguaje y forma de expresión de ésta persona en concreto.
Por ello os invito a explorar esta técnica, de la manera más apropiada a los intereses y cualidades de la persona que trabaja.
Cualquiera que sea la forma de utilizar la técnica será importante que se haga con cuidado, pues esos elementos e imágenes son los que la persona elige para representarse a sí misma y se deben cuidar con todo el amor y respeto que la persona merece.