Normalmente cuando empezamos un proyecto nuevo o una etapa nueva de vida solemos pensar en metas u objetivos para alcanzar aquello que nos hemos propuesto. Una vez empezamos a trabajar en ello nos encontramos con la ansiedad, el estrés e inclusive la frustración de no lograr aquello que habíamos dicho que íbamos a alcanzar y cuando estas emociones aparecen es probable que desistamos y “nos rindamos” o que tengamos un rendimiento menor por un tiempo mientras volvemos a encontrar el camino.
En nuestros videos de instagram hablamos de entrar a un nuevo semestre de la universidad por eso me centraré en este ejemplo, pero les invito a adaptarlo a su momento de vida.
Cuando se terminan las vacaciones y entramos de nuevo a la universidad, nuestro cuerpo está descansado y relajado; ha pensado en cosas diferentes a los estudios, seguro a dormido más, ha realizado distintas actividades que no incluyen los estudios universitarios. Así que llega la primera semana de universidad y empezamos a decirnos “este semestre/año voy a lograr tener las mejores notas” “voy a hacer todas las tareas” “voy a leer todas las lecturas que me dejen” “voy a ser el mejor del curso” “nunca voy a faltar a clases” “voy a estudiar con tiempo para cada examen y así no me estreso” y casi que basamos nuestras metas en no estresarnos y no llenarnos de ansiedad.
Pues resulta que, como todas las emociones, la ansiedad y el estrés también son dinámicas y también son cambiantes, por lo que seguro las vamos a experimentar eventualmente. Lo importante es aprender a manejarlas, a identificarlas y a conocer cómo se manifiestan en nuestro cuerpo. Cuando pensamos en términos de absolutos (todas las tareas, todas las lecturas, nunca voy a faltar…)y de comparación (las mejores notas, la más participativa, aportar las mejores cosas…) nos vamos a hacer la vida más difícil pues nos estamos poniendo metas inalcanzables y entonces va a ser muy sencillo que aparezca la ansiedad y el estrés.
¿Cómo podemos entonces conseguir aquello que queremos a partir de metas alcanzables?
- Entendamos que no podemos controlar cada aspecto de la vida por lo que SIEMPRE algo va a salir diferente de como lo esperábamos. Esto no significa que sea malo, significa que debemos aprender a ser FLEXIBLES.
- Ponte una meta global (que el promedio del semestre quede más alto) y a esa meta global búscale objetivos específicos (evitar faltar a clase el primer mes, hacer una lista con las tareas de la semana, guardar una fecha para estudiar para el parcial, entre otros). Céntrate en cumplir esos objetivos específicos y así llegarás a la meta global sin darte cuenta. Eso sí, estos objetivos específicos deben ser acordes a tu forma de ser; si eres una persona que siempre falta a clase tu objetivo no puede ser “asistir a todas las clases de este mes”, tu objetivo debe empezar con algo como “asistir a cinco clases de 10”.
- Conoce tu forma de estudiar
- ¿te sirve más hacer un resumen o estudiar con amigos?
- ¿leer tus apuntes es suficiente o necesitas volver a las lecturas?
- ¿necesitas música para estudiar? ¿qué tipo de música?
- ¿estudias mejor por la mañana, por la tarde o por la noche?
- ¿si apagas el celular te concentras mejor?
Estas son algunas preguntas que te pueden ayudar a entender cómo es tu manera de estudiar para que al iniciar el semestre no busques estudiar como tus hermanos o como tus amigos o como te sugieren tus papás, sino por el contrario busques hacerlo según lo que a ti te sirve. De este modo también ayudas a que el estrés y la ansiedad se reduzcan.
4. ¿Qué mes del semestre es el más difícil?
- Identifica qué mes es donde sueles tener más carga académica y donde el estrés aumenta para que así puedas organizar tus estudios y anticiparte al mes o meses donde la carga es mayor y que no te tome por sorpresa. Cuando lo tengas claro piensa en estrategias que pueden servirte como:
- Planear con tiempo los días de estudio
- Reducir las actividades extras que tienes para no cargarte con tantas cosas
- Cuidar tu sueño y tu descanso
- Saber qué trabajos tienes que hacer, para qué parciales tienes que estudiar y cómo vas a hacerlo.
- Pide ayuda si es necesario
5. Antes de iniciar el nuevo semestre de universidad, siéntate y analiza qué te sirvió el semestre pasado y qué no para que así puedas pensar en nuevas estrategias y mantengas las que te sirvieron. Si no recuerdas bien, pregúntale a tus amigos o familiares qué vieron ellos que te sirvió y allí seguro encontrarás respuestas.
Estos cinco puntos que propongo son una pequeña guía que sirve también para el trabajo, para el colegio e inclusive para labores de la vida cotidianas como pagar recibos, organizar la casa, comprar el mercado, visitar amigos, entre otros. Si nos damos cuenta, cada uno de estos pasos caminan hacia la meta mayor que es subir el promedio, simplemente que los dividimos en objetivos específicos, concretos que le permiten a la mente centrarse en algo real partiendo de las capacidades y experiencias de cada persona para así encontrar la mejor manera de actuar frente a la situación.
Recordemos que desde la psicoterapia humanista integrativa, buscamos que cada paso que damos sea desde el amor y la confianza, es por ello que es completamente relevante realizar estos ejercicios desde el amor propio y la confianza propia sabiendo que es un aprendizaje por lo que seguro nos equivocaremos. Te invito a que lo trabajes con tu terapeuta y descubras cómo sueles ponerte metas y qué pasos das para alcanzarlas para que cada día esos pasos sean más reales y logrables.