¡Rompí con mi pareja y no sé qué hacer!

Entendemos las canciones de amor en dos momentos: cuando empezamos una relación amorosa y estamos completamente ilusionados con la persona y cuando terminamos dicha relación. En esos momentos, entendemos tantas canciones de amor que a veces pueden parecer irreales o ridículas. ¿Por qué? Porque cuando conocemos a una persona y empezamos a relacionarnos con ella, construimos un vínculo que nos lleva a establecer el apego permitiéndonos abrirnos a ella, dejarnos conocer, confiarle nuestros secretos o intimidades, entre otros… Cuando todo termina, tanto el vínculo como el apego llegan a “su fin” o mejor, se tienen que transformar. Es allí donde empieza el dolor, el duelo y donde todo nuestro mundo se trastoca de algún modo.

Lo primero y más importante es evitar asustarse; es completamente normal que al romper con nuestra pareja, nos sintamos tristes y sin muchas ganas de hacer planes o hablar con personas. El hecho de que nos sintamos así no significa que estemos deprimidos o empezando a deprimirnos. ¡Ojo! Si hemos tenido depresión antes, es importante estar alertas y tal vez pedir ayuda o volver a terapia para evitar recaer de lo contrario podemos tener un poco más de tranquilidad frente a las emociones que van a apareciendo.

El duelo es un proceso espontáneo que se produce en el interior de las personas de forma natural y por iniciativa propia tras una pérdida. Entendamos que una pérdida puede ser tanto la muerte de alguien como la pérdida física de un objeto. Así entonces, terminar una relación de pareja es una pérdida por lo que seguro desencadena en el duelo.

El duelo consta de tres etapas: etapa cognitiva, etapa emocional y etapa de cierre. La etapa cognitiva abarca la negación (fase defensiva ante la pérdida) y la racionalización (sirve para cerrar el duelo desde el aspecto cognitivo). La etapa emocional  incluye la rabia (sustituye a la negación y se relaciona con la agresión que supone la pérdida para la persona), el miedo (de pensar la vida sin la persona), la tristeza (nos prepara para la aceptación) y la aceptación emocional (la persona puede exteriorizar las emociones de la pérdida y decir adiós libremente). La etapa de cierre consta  del perdón (ayuda a establecer un nuevo vínculo de apego y supone renuncia), la gratitud (permite volver a conectar los elementos positivos de la relación) y los nuevos apegos (fin del duelo. La persona se reintegra en el mundo y puede volver a mirar hacia el futuro con esperanza).

Tales etapas son por las que transitamos cuando nos encontramos atravesando un duelo. El orden en que se suele dar un duelo es: negación – rabia – tristeza – miedo – racionalización – aceptación emocional – perdón – gratitud – nuevos apegos. No obstante, es importante saber que esto puede variar según cada persona. Así que no nos asustemos si de la rabia pasamos al miedo y no a la tristeza, ya llegará el momento de pasar por ahí.

Normalmente cuando terminamos una relación amorosa, las personas que se preocupan por nosotros nos dicen frases como “tranquilo, todo va a estar bien” “llegará alguien mejor” “ya no llores que todo está bien” “tienes que seguir la vida”, entre otras cosas. A pesar de que esas frases están llenas de amor y sólo buscan ayudarnos a seguir adelante y a no sufrir tanto no podemos desconocer lo que estamos sintiendo en el momento pues es la única manera de hacer el duelo y salir de éste. Por lo tanto escucha a quienes quieren ayudarte y trata de poner en práctica lo que te proponen pero también ESCUCHA TU CUERPO, ESCÚCHATE A TI, ENTIENDE TUS NECESIDADES EMOCIONALES. De este modo te va a ser más fácil lidiar con tus emociones o pensamientos pues estás actuando en coherencia a ellos y no forzándote a actuar como te dice una amiga o tus papás que gestionan sus duelos de maneras diferentes.

  1. Lo que suele ser normal al romper con tu pareja:
    • Tienes ganas constantes de llorar y puedes controlarlas según el ambiente
    • Quieres hablar de él/ella gran parte del tiempo
    • Quieres salir con tus amigos y conocer gente nueva
    • Quieres quedarte en la casa viendo películas o series
    • Necesitas hablar horas de tu relación / no quieres hablar de tu relación
    • No quieres que nadie te pregunte por tu relación/ quieres que todos te pregunten sobre tu relación
    • Sientes mucha rabia y quisieras pegarle a algo
    • Sientes mucha tristeza y crees que el mundo se va a acabar
    • Te sientes impotente
    • Haces tus actividades diarias pero podrías estar en tu casa todo el día
    • Estás pasándola bien y de repente quieres llorar
    • Recuerdas cada lugar o cosa que hiciste con tu pareja
    • Te metes a sus redes sociales de vez en cuando y sabes cuándo dejar de hacerlo.

  2. Lo que puede ser una señal de alerta al romper con tu pareja
    • Llevas días sin pararte de la cama
    • Llevas días encerrado en el cuarto
    • Llevas días sin comer
    • Tienes ganas constantes de llorar y lo haces sin discriminar el contexto
    • Estás tomando alcohol y/o consumiendo sustancias psicoactivas con más frecuencia
    • Todos los días te metes a sus redes sociales a ver qué hace y no puedes parar de hacerlo
    • Hablas de tu pareja como si no hubiesen terminado
    • No puedes dormir o concentrarte lo suficiente para rendir en tu vida diaria
    • Tu ansiedad te impide hacer tus deberes

Estos son algunos comportamientos que pueden sucedernos cuando terminamos con nuestra pareja. Como mencionaba anteriormente, es normal sentir tristeza, rabia y pocas ganas de hacer actividades. Pero como todo en la vida, es importante la justa medida; si empezamos a notar que estamos realizando o sintiéndonos como la segunda lista, es necesario pedir ayuda para no caer en una depresión. Si por el contrario nuestra forma de estar en el mundo se asemeja a la lista 1, lo más probable es que estemos transitando el duelo de manera sana. Igualmente es válido pedir ayuda pues eso nos va a permitir tener otras formas de expresarnos y de lidiar con el dolor. En este trabajo de pedir ayuda ya sea a un terapeuta o a un amigo o familiar, es importante siempre escuchar nuestras necesidades y buscar resolverlas. La idea es integrar la ayuda que recibimos con aquello que nos pide el cuerpo y el corazón para así poder llevar a cabo de nuestro duelo de manera sana.

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